domingo, 29 de diciembre de 2013

Pandora Hearts en hiatus, acercándose a su final




No sé si llorar, o llorar más todavía por el hecho de que Pandora, mi manga favorito esté llegando a su fin. El asunto es que me enteré de que su emisión se había detenido por el deseo de Jun Mochizuki -la diosa- de crear un desenlace extraordinario, algo verdaderamente digno del manga.
Yo, sinceramente, no quiero que termine, va a dejar un terrible vacío en mi persona el no tener en mente a personajes tan excepcionales como Break, Vincent o Alice. Y es que este manga fue uno de los primeros que me leí seriamente, y mientras lo iba avanzando fui apreciando el gran diseño, la calidad en el dibujo y una trama que no termina de dejar al lector con los ojos bien abiertos. Jun Mochizuki es tan genial mezclando los colores como dibujando, tiene un trazo super fino y sus personajes son maravillosos. Las ilustraciones son de lujo, esto es una obra, señores.
Nop, esto no es tirarle flores, es la pura la verdad.
Y ahora está detenido. Y cuando vuelva, lo hará para terminar. La tristeza se apodera de mí, atrás quedarán esos momentos en que llegaba el amanecer mientras leía en camita y luego debía levantarme para ir a la universidad. Valía la pena andar como zombie en aquellos días porque mi mente estaba como más lúcida, emocionada, no dejaba de pensar en la historia y buscar imágenes, darme uno que otro spoiler hasta que llegué al último capítulo en emisión y entonces comencé a sufrir con la espera cada mes.
Cuando llegaba un nuevo capítulo tenía que leer el anterior porque la historia se ponía tan difícil que había que digerirla poco a poco y con la información fresquita. Era horrible cuando una vez, por ejemplo, un capítulo tenía solo dieciséis páginas, y era absolutamente reconfortante cuando tenía como sesenta. Lo interesante que tiene es que cada cosa del pasado tiene un significado para calzar con el futuro, básicamente creo que esa es la herramienta principal de Mochizuki para deleitar con una historia en donde los buenos no son necesariamente los héroes y los malos no eran tan malos como creíamos. Y al final, uno termina dándose cuenta de que pese a que está la cagá, todos tenían un motivo que defender, es decir, no hay maldad pura ni tampoco bondad innata.
Los personajes fueron tan reales para mí que no sé cómo me los voy a sacar de la cabeza cuando termine todo esto.

martes, 24 de diciembre de 2013

La soberbia juventud


Para enriquecer mi verano con historias que no me han de pertenecer, ni lo harán jamás, me dispuse a leer La soberbia juventud, de Pablo Simonetti. 
Pablo Simonetti nació en Santiago el 7 de diciembre de 1961. Se tituló de ingeniero civil en la Universidad Católica y obtuvo un master en ingeniería económica de la Universidad de Stanford. A partir de 1966 se volcó por completo a la litertatura. Al año siguiente logra el primer lugar en el Concurso de Cuentos Paula, con el más afamado de sus relatos, Santa Lucía. Este y otros cuentos se reúnen en Vidas vulnerables (1999), Mención Especial del Premio Municipal de Santiago. En 2004 publica su primera novela, Madre que estás en los cielos, que ha sido traducida a cinco idiomas y ha llegado a ser una de las tres novelas más vendidas de Chile en los últimos diez años. En 2007 presenta su novela más popular, La razón de los amantes, y en 2009 La barrera del pudor, que fue publicada en Latinoamérica y España, con una entusiasta recepción por parte de la crítica.  




Felipe Selden es un hombre joven y carismático, que atrae a la mayoría de las personas que se encuentran con él. Sin embargo, las exigencias familiares y sociales, sumadas a su inmadurez, lo llevan a tomar decisiones que lo alejan de la felicidad. 
El narrador, Tomás Vergara, conoce bien el mundo al que Selden se integra, y busca descifrar los apetitos y proyecciones que el joven despierta en quienes se le acercan. Selden comprenderá que no bastan sus dones y talentos para alcanzar la libertad que considera suya por derecho propio.


La soberbia juventud, es una historia se amor, una novela sobre los afectos y la ausencia de ellos, una reflexión sobre cómo la edad determina el juicio que hacemos de nosotros mismos y nuestras circunstancias.









Mi opinión~~

Lo terminé de leer hace poco, así que la historia la tengo más o menos fresquita, aunque también puedo decir que quizás esta es una opinión precipitada, sin reflexionar demasiado sobre ello. Tal como se presenta, la primera impresión del libro :D.
Cuando lo comencé, me trajo casi inmediatamente a la memoria el recuerdo de El retrato de Dorian Gray, no tanto por la historia en sí, sino por la apariencia de los personajes (en especial Felipe Selden), cómo éstos se desenvolvían y más que nada la clase de ambiente en donde iban sucediendo las cosas. En primer lugar, como soy del tipo de persona que es realmente pobre, de esa gente que en realidad le preocupa no gastar demasiado dinero para tomar la once, o para el almuerzo y que no suele gastar en vestuario a no ser que sea estrictamente necesario, mis ojos ardían a veces por las preocupaciones superfluas de los personajes, las fiestas, ciertos escritos, comentarios personales del narrador...


Ya, ok, no me iba a poner a llorar tampoco jajaj


Continuaba la historia y comenzaron a deleitarme la descripción de los paisajes y aquella intimidad lograda en las conversaciones que mantenía el narrador en el pasado con sus amigos. Las fiestas llegaron a ser entretenidas, y  de vez en cuando me sentía identificada psicológicamente con el protagonista de la historia. Como se dice en la contraportada la historia se centra en la vida de Felipe Selden, pero está vista a través de la mirada de Tomás Vergara, quien no era su amante, no era su hermano, ni tampoco su mejor amigo. Esta situación me hacía pensar en Tomás, a ratos, como un intruso, alguien que está fuera de lugar o simplemente alguien demasiado copuchento. Que el narrador no hablase lo suficiente de sí mismo pero sí mucho de la gente que le rodeaba y de sus historias, tampoco ayudaba a generar una buena impresión de él.
El libro está dividido en etapas cuyos sucesos van marcando en gran medida la vida de Felipe, haciendo que este de alguna manera tome decisiones. Primero, el lío de asumir su homosexualidad y enfrentar este hecho a una familia extremadamente conservadora, en esta parte encontramos como antagonista a la madre de Felipe, Tana, que se caracteriza por su capacidad de manipulación para con su hijo, llevando su vida al límite y siendo en parte responsable de esa dualidad en la personalidad de éste.
Por otra parte tenemos a la tía rica, Alicia, y la unidad que consigue con su sobrino el último año de su vida, lo que probablemente es una de las razones-pero no la esencial- para que éste finalmente sea su heredero.
Cerramos la etapa con la muerte de la tía, y viene ahora "Felipe como el heredero", sobre lo que hace con el dinero, y los nuevos amigos. Esta vez su homosexualidad ya no es el problema central de la trama, sino la relación ruptura/inestabilidad que tiene con su ex amante, Camilo. Camilo, el sentimental, el que pide un grado de coherencia que Felipe no puede dar.
En esta parte, Felipe queda prendado de la personalidad única, o quizás no tanto, de su nuevo amigo y más que eso, Santiago Pumarino, personaje de pies a cabeza,  un tanto mayor que Selden (ya no recuerdo qué tanto) y puramente esnob. Amante del refinamiento hasta la frivolidad, según mi criterio a este personaje se lo hacen mierda en el libro. Fatal, quizás porque el cuento está narrado por Tomás, a quien no le cae muy bien, o quien sabe. El punto es que yo pienso, y esta es mi conclusión, que todos tenemos un poco de ese personaje porque si bien decía cosas, en ocasiones, verdaderamente despiadadas, no dejaba de tener razón en varias. El mundo es cruel, señores.

Para variar, yo esperaba algo distinto (un día hablaré sobre cómo las contraportadas me engañan :c), sinceramente me imaginaba a alguien quien es forzado indirectamente, como se dice más arriba a tomar decisiones, y resulta que  no es tan así, porque, pese a todo, Felipe siempre hacia lo que quería, y al final, si bien no podría decir con certeza si es feliz, tampoco puedo decir que su vida terminó eclipsada, en tragedia producto de las influencias de los demás.
La idea que me dejó este libro, es de un protagonista muy moldeable, pero que con el paso del tiempo fue dándose cuenta de que era nadie más que él quien debía tomar el control de su vida, y ser plenamente responsable de ello. Un mensaje para mí, que soy el ser más influenciable que conozco.
Finalizando mi opinión-siento como si me estuviera confesando-, quiero recalcar que fue un libro super fácil y entretenido para leer, que me lo terminé en dos días y medio.
No me arrepiento, después de todo, de haber pagado una gran suma-para mí- por él.



lunes, 23 de diciembre de 2013

Chopin: un ser humano con un sueño



Buscando melodías nuevas, no demasiado fuertes, algo cómodo para estudiar, me encontré este artista. Fue una vez que lo escuché hasta que continué con lo mismo, día tras día, pasando horas y horas hasta que me sabía de memoria qué venía y aún así no... no dejaba de emocionarme. Se trata de algo placentero y que de manera obstinada te recrea en paisajes y escenas agradables en donde encuentras momentos y conversaciones, o simplemente experiencias visuales, atractivas. Con esto quiero decir que es bastante inspiradora.
Pero eso no es de lo que quisiera hablar en este post. Lo que quiero recalcar es aquella gracia y delicadeza que hay en cada nota, lo diferente de cada melodía, dotada de detalles y exquisiteces constituyendo aquel estilo que lo hacía único. Algo recomendable en su cien por ciento y que sin duda debes oír antes de morir.
Yo pensaba en esto antes de saber cualquier cosa de este artista, si necesitaba distraerme o pensar en algo específico, mi primera opción era Chopin; sin embargo, no lo había ubicado ni en un tiempo ni en un espacio determinado, no me sabía ni su fecha de nacimiento, ni el lugar o en dónde se hizo famoso que muchas veces no es lo mismo. Así de ignorante de todo era, porque en realidad lo único relevante del pianista es su música, 
¿O no?
La curiosidad, y la ociosidad (digo, en vacaciones podemos hacer cualquier cosa, la idea es simplemente hacer algo),  me llevaron a inmiscuirme sobre cómo había sido su vida de compositor y como ser humano. Gran sorpresa me llevé al saber que había muerto a la edad de 39 años, super joven, y no sólo eso sino que su manera de pensar era bien sensible, revolucionaria y noble.
¿Por qué digo esto? Hay partes de su biografía en donde se van exponiendo escritos que correspondían más o menos a confesiones del artista, cartas, frases de él o bien de familiares o amigos que le describían. 
Tiene varias frases célebres que marcaron su historia y que daban una idea de más o menos el tipo de persona que era. Para mí, las mejores eran esas que demostraban el gran anhelo de ser alguien único e ir más allá, construir su propio mundo de cosas únicas, enriqueciéndolo. No deseaba, en el piano, imitar a nadie, esto se veía en el hecho de que, cuando tuvo la oportunidad, se negó a lecciones de grandes pianistas, explicando que prefería quedarse con lo que otros bien podían tomar como defecto pero que en cierta forma  a través de los años se ha llegado a entender como una nueva forma de hacer música. Le criticaban su falta de volumen, aspecto con el cual él parecía sentirse a gusto.
A mí esto realmente me emocionó, y ahora, que escucho su música mis apreciaciones han cambiado, hay un poco más de tristeza, de nostalgia, por la persona detrás de todo esto.
Hay más sentimiento, y sobretodo, hay más esperanza, sí, esperanza reflejada en el deseo de crear cosas siendo completamente uno mismo.

sábado, 21 de diciembre de 2013

The girl in the drawing




Parece que simplemente no puedo hacer otra cosa que no sea escribir. Calma, un día, volveré a dejar esto tirado como por siglos y así todo volverá a la normalidad. 
Pero ahora, justo en este momento, me veo en la necesidad de decir algo. Quizás la soledad que me envuelve, la soledad relativa, la llegada de ideas difusas o bien la curiosidad de ver qué pensamiento sale en tanto voy apretando cada tecla son los motivos por los cuales escribo y escribo y pienso y vuelvo a escribir. Resulta que estoy hace harto tiempo, más o menos un año, pensando en una historia. Debo confesar que desde que se me ocurrió la idea de escribir e idealizar historias éstas nunca duraron demasiado y yo no era capaz de terminarlas... supongo que soy como el personaje de Jack en la famosa serie Lost, me cuesta mucho dejar ir. Ah. Cursi.
La historia. Bueno, los personajes se presentan apenas suena una canción, son evocados con alguna frase que sale de los labios de mi papá, de lo que oigo en un negocio mientras compramos lo que nos falta para la once, o simplemente yo los llamo en intento formular algo, lo que sea. Esta historia está muy lejos de su final, aunque yo como Dios de ese mundo ya me lo sé. Sin embargo, cuánto puede llegar a importar un final cuando los personajes no se han llegado a conocer en lo más mínimo. Hay cosas que ni yo misma entiendo e intento darle sentido, intuyo lo que podría suceder como si mi obligación fuera descifrar lo que se me trata de decir, lo que me parece bastante divertido, me hace sentir como una espectadora de algo que está sucediendo realmente en no sé dónde.

The girl in the drawing  es uno de mis OST favoritos de una de mis series favoritas. Vale la pena escucharlo porque es como uan mezcla de violín y piano que pareciera que intentara decir algo en específico. Ya, la música siempre intenta decir algo en específico, o bien no, a veces es difusa y otras da la impresión de que no expresa nada en particular o que en realidad somos demasiado estúpidos para llegar a comprenderlo.
En este caso, parece como si se tratara... de algo así como la muestra del resentimiento de alguien. O al menos esa es la impresión que me deja, sobre todo el violín, porque el piano parece más bien equilibrar ese aire de reproche que lleva consigo el primero. En fin, esta melodía me hace pensar demasiado en mi historia, y no es solo esta sino que también le sigue Their aspirations y The sought-after extraordinary. Son temas que creo que no sé si son buenos porque acompañaban buenas escenas o si las escenas que suceden son buenas por el OST en sí. Pasas que cosan.

Yo escucho gente muerta




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Sí, claro.

En todo el día me ha sonado más de alguna canción de este grupo: se trata de INXS.
Una banda quizás no muy conocida, pero que tiene canciones muy pegajosas que se han usado en algunos comerciales (New sensation, quizás (?)), o eso es al menos lo que yo recuerdo. A mí me gustaba mucho este grupo, tanto por su ritmo como por las letras de las canciones, algo alocadas y otras interesantes como Mystify. Sin embargo, ninguna canción me gustó tanto como Never tear us apart, y es que no era solo la canción, era el vídeo, la presencia del grupo, los violines iniciales y el saxofón que iba de pronto y terminaba en un largo y rítmico sonido especial. Era el grupo y el cantante paseando a través de una ciudad en invierno, ¡aquello era tan romántico! (imaginar a alguien poniendo sus manos en su cabeza y dando vueltas y vueltas... por los aires -.-)
El cantante de este grupo, Michael Hutchence, era mi amor platónico ♥, pese a que murió un poco después de que yo naciera. Oh, y su muerte fue... sencillamente estúpida.
Yo, en ese entonces, como una pequeña obsesionada cualquiera, me la pasaba leyendo sobre el grupo en internet, así me enteré del hecho de que hubo un reemplazo del cantante y que INXS aún continúa. Pero vamos, al fin y al cabo no eran tantas las canciones que me gustaban y, en general a medida que pasaba el tiempo, comencé a buscar otras cosas que dijeran un poco más, y que a su vez expresaran otro tanto más. De modo que quedaría en el pasado la vivacidad de Guns and roses, y la exquisitez de INXS, así como lo disperso de Scorpions... y así la lista sigue. 
Por lo que, ¿podemos dejar atrás lo que nos gustó en un momento y reemplazar, o quizás no ciertamente reemplazar, por algo completamente diferente? Mi pregunta va hacia el sentido de que te dejen de gustar ciertas cosas en lo absoluto, en contrastar de alguna forma el pasado con el presente y obtener aquella diferencia que indicaría cuánto uno ha cambiado. En definitiva, significaría entonces que si algo que anteriormente gusto mucho y ya no gusta nada, que una parte ha desaparecido y ha sido reemplazada por otra. La diferencia, el cambio de gusto nos dice entonces hasta qué punto dejamos atrás nuestro pasado. 
Pensando en eso, me imaginaba que al escuchar aquella música que ya no se encuentra presente en mis días ocasionaría el descubrimiento del ser que era antes y el que soy ahora, de lo que se perdió y lo que se "ganó", y es entonces cuando me veo a mí misma del pasado, un ser más quizás más apasionado de lo que es ahora, con menos censura en cuanto a lo que siente y hasta menos miedo de lo que pueda suceder con respecto a las decisiones que toma, aunque este último punto es un tanto relativo, pienso yo. Lo que sucedió fue interesante: me seguían gustando, yo diría casi tanto como el ayer, todas esas canciones del pasado. 

Gran descubrimiento, mi misma no ha cambiado de eso. Sea como sea, quiere decir que tampoco ha madurado jajaj, porque lo que se queda estático no gana ni pierde. Pero en este caso no aplica la idea de la estática, yo usaría un concepto nuevo (para mí): algo así como la permanencia a lo largo del tiempo. Aquella acumulación en el sentido del gusto.

Yo escucho gente muerta, a veces, claro, pero en sí digamos que es un poco contradictorio. Como dije, INXS como grupo ha persistido, no ha muerto, pero lamentablemente Michael Hutchence, sí.

Queen: Don't stop me now



Me he convencido de que jamás en toda la historia de la música, de la vida, la historia de la historia jaja, podré apreciar algo similar al sonido de la voz de Freddie Mercury. Diablos, es que es el tono de voz ascendente y suave que ofrece una caricia a mis oídos cada vez que hago play en alguna de sus canciones. Está demás decir, imponente, autoritaria y fija y por otra parte pidiendo algo de una manera digamos humilde (?) Nah, esa no es la palabra. Mi idea es que su voz lleva consigo una serie de sentimientos que le es innato presentar consigo. Y eso es grandioso!


Grandioso. (Imaginar corriendo a una persona por los aires)

Digo esto escuchando Don't stop me now, gran canción y gran letra. Creo que podría representar la escena de algún ser humano descubriéndose en la felicidad máxima, un deseo de compartir dicho sentimiento y por otra parte la necesidad de que aquello no se vea interrumpido (¿De ahí la razón del coro?)

Esto que digo es sumamente torpe y no pretendo de ninguna manera dar con una análisis de la canción, algo más bonito y completo. Solo que siento que había subestimado este tema y hoy... hoy me parece que vale la pena hablar de ello.


Letra:


Tonight I'm gonna have myself a real good time
I feel alive and the world turnig inside out Yeah!
And floating around in ecstasy 
So don'nt stop me now, don't stop me
'Cause I'm having a good time, having a good time 

I'm a shooting star leaping to the sky 
Like a tiger defying the laws of gravity 
I'm a racing car passing by like Lady Godiva
I'm gonna go, go, go
There's no stopping me 

 I'm burning through the sky Yeah! 
Two hundred degrees 
That's why they call me Mister Fahrenheit 
I'm travling at the speed of light 
I wanna make a supersonic man out of you

Don't stop me now, I'm having such a good time
I'm having a ball
Don't stop me now
If you wanna have a good time, just give me  a call
Don't stop me now ('cause I'm havin' a good time)
Don't stop me now (yes, I'm havin' a good time)
I don't want to stop at all

I'm a rocket ship on my way to Mars
On a collision course
I am a satellite, I'm out of contro9l
I am sex machine ready to reload 
Like an atom bomb about to
Oh, oh, oh, oh, oh esplode

I'm burning through the sky Yeah! 
Two hundred degrees 
That's why they call me Mister Fahrenheit 
I'm travling at the speed of light 
I wanna make a supersonic woman out of you

Don't stop me, don't stop me 
Don't stop me, hey, hey, hey!

Don't stop me, don't stop me, ooh, ooh, ooh (I like it)

Don't stop me, don't stop me

Have a good time, good time
Don't stop me, don't stop me Ah!


I'm burning through the sky Yeah! 
Two hundred degrees 
That's why they call me Mister Fahrenheit 
I'm travling at the speed of light 
I wanna make a supersonic man out of you

Don't stop me now, I'm having such a good time

I'm having a ball

Don't stop me now

If you wanna have a good time, just give me  a call
Don't stop me now ('cause I'm havin' a good time)
Don't stop me now (yes, I'm havin' a good time)
I don't want to stop at all



viernes, 20 de diciembre de 2013

Kami-sama no Inai Nichiyōbi




En el día de hoy, haciendo valer el hecho de que estoy de vacaciones y simplemente porque tengo ganas de hacer algo digamos productivo es que vengo a hablar sobre esta serie. Más específicamente del anime.
Kami-sama no Inai Nichiyōbi, consta de 12 capítulos y trata de la vida de una niña llamada Ai cuyos padres naturales en un principio no están con ella. Su madre murió cuando ella era más pequeña de lo que es xD (físicamente Ai es muy menuda) y desconoce el paradero de su padre biológico. Es criada por una pareja a quienes ella quería muchísimo, y básicamente ella existía en un mundo en donde el amor, la simpatía y la bondad no eran factores que faltasen en su vida. La constitución del mundo era diferente a nuestra realidad, es decir, no es normal que "Dios" abandone el mundo de pronto y que las leyes naturales queden por tanto inválidas, y con inválidas me refiero estrictamente a que se pierde el concepto de vida o muerte. Por más que tu cuerpo se deteriorase o envejeciera este no dejaba de moverse, la conciencia
se perdía pero los seres no dejaban en sí de existir, no perdían lo inerte que caracteriza tanto a la muerte. Esto ocasionaba un verdadero problema a la hora de sepultarlos. Es que ¿cómo puedes sepultar a alguien que sigue respirando? 
De esta problemática surgieron unos seres llamados sepultureros, personas (creo) capaces de dar ese descanso eterno y final a la gente en este tipo de situación.
Ai es una sepulturera y muy orgullosa es de serlo, su vida es bastante pacífica pero todo esto cambia cuando llega el personaje responsable de la muerte de la gente de su pueblo... y lo peor es que parece ser su padre.


Esto es lo que se percibe en los primeros tres capítulos y en la noche que los vi (madrugada jaja) pensé muy emocionada, "Oh, grandioso, he dado en el clavo. Al fin logré  encontrar una buena serie para ver"  porque últimamente me ha costado encontrar algo que valga la pena, en general, siempre ando con la idea de presenciar algo que me emocione, es más, algo que me haga o gritar-de emoción, claro- o llorar. Me pasó así con el manga de Cazador X, cuando llegué a la parte de «las hormigas quimera» y no pude parar hasta llegar al final. Cuando concluyó con la muerte del rey, tampoco pude evitar llorar casi como un bebé. Fue un momento absorbente, mi mente estaba obsesionada con la historia a tal punto de que inmediatamente después de estudiar me leía un tomo entero. Está demás decir que debía repasar constantemente porque mi atención andaba muy lejos de lo que debía aprender. 
Pero volvamos a Kami-sama (idea mía del nombre corto de la serie :/), en los primeros capítulos sentí que la historia era interesante y fácil de entender, tenía sus partes graciosas, lo que se debía en gran parte a la personalidad de Hampine Hambart, el personaje de pelo blanco y ojos rojos que cambia la vida de Ai. Hampine Hambart era sin duda un personaje hermoso. Y hermoso en varios aspectos, voz agradable, apariencia digna de ver y una forma de ser que se conjugaba con lo anterior para llevar prácticamente el ritmo de la serie.

¿Por qué se tenía que morir?  Y lo que es más irónico: él, en sí, era inmortal, sin embargo muere, y lo hace en un mundo en donde la muerte ya no existe :c!!!
Desde el capítulo tres en adelante la serie pierde poco a poco el sentido de la trama, ¿qué pasó con el dios que abandonó el mundo? es un misterio del que ya ni se habla y yo pensaba que era ese el motivo de la trama. Claro, porque el problema inicial iba de eso, la búsqueda del responsable de que la muerte y la vida queden nulas en la naturaleza. Es como si esos doce capítulos estuvieran realmente divididos en tres partes donde se contaran historias más o menos independientes entre sí, cosas que no son esperables debido a la brevedad de la historia total, en otras palabras: relleno. No tengo idea de cómo va el manga, pero tengo entendido que quitaron partes y agregaron otras.

Para concluir mi breve opinión, debo decir que la serie no es mala ni desagradable, su colorido y animación son geniales. Mis ojos amaron esa especie de polvo dorado que se movía tal como si fuera solo humo. Sin embargo yo esperaba más, esperaba algo, un no sé qué, una especie de sentido, y siempre que iba al siguiente capítulo mantenía la esperanza de volver a ver a Hampine Hambart y que el rumbo de la historia diese un  giro inesperado. Una contradi
cción, no?