viernes, 20 de diciembre de 2013

Kami-sama no Inai Nichiyōbi




En el día de hoy, haciendo valer el hecho de que estoy de vacaciones y simplemente porque tengo ganas de hacer algo digamos productivo es que vengo a hablar sobre esta serie. Más específicamente del anime.
Kami-sama no Inai Nichiyōbi, consta de 12 capítulos y trata de la vida de una niña llamada Ai cuyos padres naturales en un principio no están con ella. Su madre murió cuando ella era más pequeña de lo que es xD (físicamente Ai es muy menuda) y desconoce el paradero de su padre biológico. Es criada por una pareja a quienes ella quería muchísimo, y básicamente ella existía en un mundo en donde el amor, la simpatía y la bondad no eran factores que faltasen en su vida. La constitución del mundo era diferente a nuestra realidad, es decir, no es normal que "Dios" abandone el mundo de pronto y que las leyes naturales queden por tanto inválidas, y con inválidas me refiero estrictamente a que se pierde el concepto de vida o muerte. Por más que tu cuerpo se deteriorase o envejeciera este no dejaba de moverse, la conciencia
se perdía pero los seres no dejaban en sí de existir, no perdían lo inerte que caracteriza tanto a la muerte. Esto ocasionaba un verdadero problema a la hora de sepultarlos. Es que ¿cómo puedes sepultar a alguien que sigue respirando? 
De esta problemática surgieron unos seres llamados sepultureros, personas (creo) capaces de dar ese descanso eterno y final a la gente en este tipo de situación.
Ai es una sepulturera y muy orgullosa es de serlo, su vida es bastante pacífica pero todo esto cambia cuando llega el personaje responsable de la muerte de la gente de su pueblo... y lo peor es que parece ser su padre.


Esto es lo que se percibe en los primeros tres capítulos y en la noche que los vi (madrugada jaja) pensé muy emocionada, "Oh, grandioso, he dado en el clavo. Al fin logré  encontrar una buena serie para ver"  porque últimamente me ha costado encontrar algo que valga la pena, en general, siempre ando con la idea de presenciar algo que me emocione, es más, algo que me haga o gritar-de emoción, claro- o llorar. Me pasó así con el manga de Cazador X, cuando llegué a la parte de «las hormigas quimera» y no pude parar hasta llegar al final. Cuando concluyó con la muerte del rey, tampoco pude evitar llorar casi como un bebé. Fue un momento absorbente, mi mente estaba obsesionada con la historia a tal punto de que inmediatamente después de estudiar me leía un tomo entero. Está demás decir que debía repasar constantemente porque mi atención andaba muy lejos de lo que debía aprender. 
Pero volvamos a Kami-sama (idea mía del nombre corto de la serie :/), en los primeros capítulos sentí que la historia era interesante y fácil de entender, tenía sus partes graciosas, lo que se debía en gran parte a la personalidad de Hampine Hambart, el personaje de pelo blanco y ojos rojos que cambia la vida de Ai. Hampine Hambart era sin duda un personaje hermoso. Y hermoso en varios aspectos, voz agradable, apariencia digna de ver y una forma de ser que se conjugaba con lo anterior para llevar prácticamente el ritmo de la serie.

¿Por qué se tenía que morir?  Y lo que es más irónico: él, en sí, era inmortal, sin embargo muere, y lo hace en un mundo en donde la muerte ya no existe :c!!!
Desde el capítulo tres en adelante la serie pierde poco a poco el sentido de la trama, ¿qué pasó con el dios que abandonó el mundo? es un misterio del que ya ni se habla y yo pensaba que era ese el motivo de la trama. Claro, porque el problema inicial iba de eso, la búsqueda del responsable de que la muerte y la vida queden nulas en la naturaleza. Es como si esos doce capítulos estuvieran realmente divididos en tres partes donde se contaran historias más o menos independientes entre sí, cosas que no son esperables debido a la brevedad de la historia total, en otras palabras: relleno. No tengo idea de cómo va el manga, pero tengo entendido que quitaron partes y agregaron otras.

Para concluir mi breve opinión, debo decir que la serie no es mala ni desagradable, su colorido y animación son geniales. Mis ojos amaron esa especie de polvo dorado que se movía tal como si fuera solo humo. Sin embargo yo esperaba más, esperaba algo, un no sé qué, una especie de sentido, y siempre que iba al siguiente capítulo mantenía la esperanza de volver a ver a Hampine Hambart y que el rumbo de la historia diese un  giro inesperado. Una contradi
cción, no?

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