Barbara Wood
Inglesa de nacimiento y afincada en Estados Unidos, ejerció la profesión de ayudante de quirófano antes de dedicarse plenamente a la literatura, en la que ha cosechado innumerables éxitos. Su obra se caracteriza por la riqueza argumental, en la que nunca faltan representantes de su antigua profesión, la sugestiva y documentada ambientación y la atrayente combinación de amor e intriga. Entre sus obras destacan La profetisa, Los manuscritos de Magdala, Las Vírgenes del Paraíso, Bajo el sol de Kenia, Tierra sagrada, Perros y chacales y El amuleto.
Si quieres más información sobre esta autora puedes visitar su web: www.barbarawood.com
Contraportada.

En la California actual, el egiptólogo Mark Davison lee el diario de una expedición a la zona de Amarna que acabó de forma desastrosa al morir todos sus componentes. Una muerte que, de un modo u otro, parece relacionada con una maldición que pesa sobre quienes violen determinada tumba, la tumba de alguien sin nombre...
Los dioses guardianes es una novela de acción y de amor que se desenvuelve en el mundo, apasionante y misterioso, de las excavaciones arqueológicas. Una obra tan imaginativa, dinámica y rigurosa como se debe esperar del extraordinario talento de Barbara Wood.
Mi opinión
Desde pequeña me he sentido atraída por Egipto y su historia, de modo que creía que no perdía nada tomando este libro. En realidad, eso creí, en un principio… porque en cuanto comencé a leerlo no me gustó demasiado la forma en que estaba escrito.
Es un libro bueno, indudablemente, una obra dotada de exquisitos detalles que te absorben por su argumento e información. Y tiene acción, bastante acción. Pero la forma de narrar no embriaga demasiado, carece de ese toque mágico, aquello que le da sentido a lo que lees... (Con ello no quiero decir que me parezca ilógico) pero bueno, es una percepción mía, completamente subjetiva, y puede que sea porque no estoy acostumbrada a leerme este tipo de obras.
Centrándome más que nada en la historia, este libro tiene su toque: enseña, educa, y ayuda, en parte, a superar el etnocentrismo. Te hace sentir, te sitúa en la escena otorgándote criterio y a la vez impotencia. Es un relato, crudo y despiadado, y tal vez con un final ligeramente misericordioso. A mí personalmente me contagió de una curiosa pasión por la egiptología, aquello de transportarse en la historia, ser consciente de lo que prevalecía hace muchos años e intentar descifrar los misterios que embarga el tiempo y sus consecuencias me pareció simplemente fascinante; con entusiasmo comencé a saborear cada página… y cada una de ellas fue gustándome por razones totalmente diferentes a las de siempre.
No tenía lo que buscaba y, no obstante, me atrapó de igual forma.
...Bien, creo que lo demás podrás encontrarlo en este libro.
Si te apasiona la historia, tienes que leer Los dioses guardianes.
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